lunes, 27 de enero de 2014

"Algún día yo... Viviré."



Me encanta tener objetivos, propósitos. Supongo que todos tenemos ese sueño que vamos retrasando imaginándonos inútilmente que algún día cumpliremos, algún día. "Algún día" ¡Algún día! Algún-día. Algún día... No me gusta esa expresión. Es tarde, es lejos, puede convertirse en nunca... "Algún día..." no me digas algún día jamas, no podre creerte, me lo han dicho tanta veces. Prefiero a la gente que dice no, nunca; son mas realistas saben que en realidad nunca pasara, que no harán ese algo. Dime que no. Quizás lo que necesitamos todos es saber el momento en el que se acabara eso que nos ilusiona, que alguien nos diga y nos asegure que jamas pasará. ¿Si supiéramos la fecha de nuestra muerte no viviríamos mas? Seguramente aprovecharíamos mas los días, no desperdiciaríamos nuestras vidas haciendo cosas estúpidas como discutir, enfadarse, no perdonar ¿Os lo imagináis? Desde que nacemos nos empujarían siempre hacia adelante a vivir nuevas experiencias. Antes de morir podrías vivir y probar todo lo que quisieras y lo mas importante nunca se diría algún día porque sabrías que ese algún día seguramente se iría acercando hasta la fecha acordada y seamos sinceros ¿A alguna persona le gusta arrepentirse de algo? No. Y menos de un "ojala hubiera hecho esto".

Por una parte me gusta no saber que día se acaba el viaje, siempre habrá personas que desperdicien sus años, sus meses, sus días. En cambio otras, en las que me incluyo, no saber esa fecha solo nos hace empujarnos hacia adelante, a disfrutar, a vivir ¿Quien sabe lo que pasara maña o dentro de 5 minutos? Mi hermano siempre me dijo que cualquier día puedes salir a la calle y que te caiga una maceta en la cabeza o te atropelle un coche, o te caiga un rayo; no por eso lo mas peligroso puede ser lo mas doloroso, tan solo lo mas arriesgado. Hay que vivir cada efímero segundo, disfrutar el momento, no sabes si puede ser el ultimo suspiro, no sabemos si eso que tanto amas nunca se repetirá o si volverás a estar en ese mismo lugar, con ese mismo estado de animo o si lo podrás disfrutar igual cuando vuelvas. Disfruta el momento, vuelve a tu escena del crimen, respira y saborea cada bocanada de aire nueva, vive un poco con cada persona, ¡Arriesgate!

Salud y libertad.

sábado, 25 de enero de 2014

"Fue real"

Ahora lo entiendo, ahora pillo las canciones y parece que lo tenías todo planeado. Después de más de un año he escuchado la primera canción que me dedicaste y solo he podido pensar en una frase: "Fue real" aunque esa realidad para ti duró menos que para mi, durante un tiempo fue real y cuando me dedicaste esa canción lo era, durante un tiempo quisiste de verdad intentarlo y te sorprendería la de veces que me he repetido: ¿Qué es lo que se rompió?¿En que fallé? Y aunque, tonta de mi, me eché las culpas durante tanto tantísimo tiempo al final me he dado cuenta de que la culpa no fue mía, tampoco tuya, tan solo no tenias que ser tu, no teníamos que ser nosotros. Lo peor es que siempre me repetía esa misma típica pregunta, esa que sé y sabía que no obtendría respuesta porque no la tiene pero lo peor es que no es que me olvide de esto, lo peor es que no me canso de insistir y si, sigo sin respuesta pero sencillamente ya no me importa la pregunta.
 A veces me digo, Celia, te estás olvidando de lo que tanto te has repetido durante tanto tiempo, no se puede confiar en nadie, la vida es una montaña rusa y, yo, temerosa de las alturas, llevo demasiado tiempo arriba y subiendo, mas de lo normal y lo peor es que se que cada día que paso arriba es uno menos menos para la caída y, esta, en esta ocasión me asusta muchísimo ya que esta vez el golpe va a ser muy fuerte porque esta vez he subido mucho y verdaderamente desde aquí arriba ya no veo a muchas personas, aunque otras siempre están presentes.
Se de primera mano que lo que siento es un gigantesco miedo pero si algo odio en esta vida es la cobardía asique no voy a permitirme ser cobarde, si me he levantado todas estas veces, podre hacerlo una vez mas, seguiré arriesgándome, seguiré subiendo, hasta donde me dejes subir.
¡Salud y libertad! 

lunes, 13 de enero de 2014

Yo paso del amor.

¿Quién no ha fruncido el ceño alguna vez y ha dicho "yo paso del amor"? Cómo si en algún momento pudiéramos creérnoslo. Estoy cansada de repetirme que todo pasa cuando menos lo buscas, que en realidad es cuando más lo necesitas.
Yo paso del amor, paso de los tíos, de las relaciones, de la posibilidad de pasarlo mal... Pero, al fin y al cabo al eliminar esta posibilidad, ¿No estoy eliminando también la posibilidad de pasarlo bien? Yo paso del amor me dije, me lo he dicho tantas veces... Paso del amor pero que nadie me quite el placer de escuchar tu risa en un día gris y que se me ilumine el mundo, que nadie me quite el placer de mirarte mientras duermes o saborearte después de un trago de cerveza. Paso del amor, de las complicaciones que ello conlleva, de casi querer más a la otra persona que a ti mismo, de los sentimientos... Paso del amor repito, pero con ello dejo atrás tantas cosas... Todos queremos cumplirlo cuando nos lo proponemos pero lo único que hacemos es eliminar posibilidades de ser felices, ¡Y ni nos damos cuenta! Menos mal que es imposible pasar del amor. Menos mal que no lo  conseguí. Menos mal que no pasé. Menos mal que te conocí. Menos mal que nadie me quitó la posibilidad de escucharte reír, de mirarte mientras duermes o darte un beso cuando bebes cerveza. Menos mal que día a día me sigues dejando hacerlo.
Da un golpe en la barra del bar, desfrunce tu ceño, hazle caso a las señales. El amor es lo mejor que te puede suceder, el amor es vida, es oxígeno, es esperanza. No pases del amor porque, y aunque a veces lo parezca, el nunca se olvida de ti.
¡Yo paso del amor! Cómo si pudiera hacerlo. Como si quisiera hacerlo.

¡Salud y libertad!

Compartiendo cicatrices.

Busco consuelo, ¡Y no lo obtengo! A veces las noches son tan frías... Creo que me he acabado congelando, que estoy tan rota que puedo cortarte. Nadie lo sabe. Nadie sabe como somos en realidad por dentro, sangre, tripas, huesos y, en algunos casos, un pequeño corazón. Y ya sabes lo que dicen "el dolor de tripa lo tengo yo, no tu" y quizás para mi nunca pruebes el verdadero dolor porque no has probado el mío y, ¿Qué ganamos compartiéndolo? No quiero compartir mi dolor ni saber a que saben tus entrañas. No quiero saber cómo eres por dentro porque quizás estés tan podrido como yo. No gano nada. No. Es imposible que estés tan podrido como yo. No has probado mi dolor.

¡Salud y libertad!