Yo paso del amor, paso de los tíos, de las relaciones, de la posibilidad de pasarlo mal... Pero, al fin y al cabo al eliminar esta posibilidad, ¿No estoy eliminando también la posibilidad de pasarlo bien? Yo paso del amor me dije, me lo he dicho tantas veces... Paso del amor pero que nadie me quite el placer de escuchar tu risa en un día gris y que se me ilumine el mundo, que nadie me quite el placer de mirarte mientras duermes o saborearte después de un trago de cerveza. Paso del amor, de las complicaciones que ello conlleva, de casi querer más a la otra persona que a ti mismo, de los sentimientos... Paso del amor repito, pero con ello dejo atrás tantas cosas... Todos queremos cumplirlo cuando nos lo proponemos pero lo único que hacemos es eliminar posibilidades de ser felices, ¡Y ni nos damos cuenta! Menos mal que es imposible pasar del amor. Menos mal que no lo conseguí. Menos mal que no pasé. Menos mal que te conocí. Menos mal que nadie me quitó la posibilidad de escucharte reír, de mirarte mientras duermes o darte un beso cuando bebes cerveza. Menos mal que día a día me sigues dejando hacerlo.
Da un golpe en la barra del bar, desfrunce tu ceño, hazle caso a las señales. El amor es lo mejor que te puede suceder, el amor es vida, es oxígeno, es esperanza. No pases del amor porque, y aunque a veces lo parezca, el nunca se olvida de ti.
¡Yo paso del amor! Cómo si pudiera hacerlo. Como si quisiera hacerlo.
¡Salud y libertad!
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