lunes, 1 de diciembre de 2014

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Por eso nada mas conocerle, le dije que no me creyese, que jamás confiase en mi. Como vi que no me hacía ni caso, pase al siguiente nivel. Le amenacé, le dije que si se enamoraba de mí sólo íbamos a sufrir los dos. Que el amor sólo dura tres años. Y a mi cinco, como mucho. Que todas las relaciones que había tenido las había acabado yo y después habían acabado conmigo. Que yo no estaba en un momento para sentir nada por nadie. Que sólo sería disfrutarnos juntos. Que nos acompañásemos en soledad. Y acabé preguntándole si quería que su soledad acompañase a la mía.

Y me dijo que sí.

¡Salud y libertad!

jueves, 16 de octubre de 2014

Hamor.

A mi. ¿A mi me vas a hablar de amor? Yo que en un acto de fe perdoné lo imperdonable, me sequé las lágrimas hasta convertirlas en sonrisa y seguí mi camino sin mirar atrás. A mi tú no puedes hablarme de amor, no puedes. Al menos no deberías tener el privilegio de hacerlo. Quizás la vergüenza siempre ha sido una XS en la magnitud de tu conciencia y por eso lo haces.

Deja que sea yo la que te explique qué es el amor. Y si después de leer esto quieres seguir pensando como piensas, de acuerdo. Pero no cuentes conmigo.

El amor es el hoy, no el mañana. Es el ahora, el presente, el instante en que me miras a los ojos (o me tocas el culo). En el amor no hay excusas, ni miramientos. No existen los “luegos” ni los “ya iremos” o “ya haremos”. No valen los pretéritos imperfectos ni la sombra del pasado haciendo eco y mucho ruido en el presente. El amor es quererte, aceparte. Con tus mil defectos y mil virtudes. Es el equilibrio perfecto entre tú y yo. Entre el espejo y tú. Entre tú y el mundo. El amor son esos cajones vacíos que esperan con ansias llenarse de nuevos recuerdos, de cartas aún por escribir y de fotos de lugares y momentos improvisados. Es la canción del invierno y el abrazo del verano. El amor es el todos los días, es el ser mejor persona y hacer todo lo posible sin esfuerzo, para que tu pareja sea feliz. No es imposición ni desgana. No es obligación y una hora que determina el aburrido cucú que siempre marca las seis de la tarde.

El amor no entiende de mentiras, de matices imperfectos o de prosas inconexas. El amor no llega tarde, no se olvida de los cumpleaños ni de tu cita con el dentista .El amor no son segundas oportunidades. Con una ya tienes bastante.

No es un sábado a destiempo ni un “te prometo que lo haré”. El amor no exige de cambios, los cambios ya vienen dados. No es la espera continuada de una transformación pedida a gritos. No es un juego de sábanas de tres. O de cuatro. El amor no es lo que muchas parejas tienen hoy en día. No es un “lo siento, no volverá a pasar”. No es un “no llores más mi amor, te prometo que te compensaré”. ¡No joder! Eso no es amor.

Porque amor se escribe con hache. Hache de HECHOS. El amor es el hecho constante de saber que estás ahí, de que nunca podrías fallarme y si lo haces yo te perdonaría. Es el hecho constante de mis buenos días y mis buenas noches. Es el respeto, la dedicación y la paciencia. Es el hecho constante del interés. El abrazo sincero y la mirada que nunca me abandona. Es el escudo que me protege de los bichos y bichas. Es el hecho agradecido de mi dedicación por ti. Es saber darme mi lugar y mi espacio y de sentirte afortunado por tenerme a tu lado.


El amor es felicidad, no un nudo constante en la garganta. Es el “no te cambio por ninguna” y el querer contar arrugas a tu lado. Es preocupación a veces pero no puede superar nunca las ganas de reír, reír y reír. El amor es ese beso, ese olor, es eso que tú tienes y nadie más. Es el mejor sexo del mundo. Es el estar por encima de la envidia. O por debajo. Da igual, mientras no estés en ella todo irá bien. Es la distensión amena de tu compañía, el secreto que me confesaste mientras dormías y el brazo que me lleva a urgencias cuando no puedo mantenerme en pie. Es el apunte de mis descuidos, mi mejor amigo y mi mejor compañero de vida. De esta vida al menos. De las otras, ya veremos.

Porque ¿Sabes qué te digo? Las poesías para los poetas, las promesas para los mentirosos y los hechos para los que de verdad se quieren.

¡Salud y libertad!

jueves, 2 de octubre de 2014

¿Y si...



No se si alguna vez habéis tenido la sensación de que es todo o nada o mejor aún (o peor, según se mire) si lo habéis vivido. En mi historia esta sensación ya tiene su hueco e incluso su plaza de aparcamiento con su nombre grabado en el suelo.

Después de pasar muchos meses sin dormir, más semanas sin soñar bonito y aún mas días sin ser feliz en ningún puto segundo del día llega el llamado "subidón", ese calentón del momento efímero y veloz que te engaña y te hace creer que has superado tus males, que te hace pensar que nunca mas volverás a estar mal; pero aunque efímero, a mi me bastó ese tiempo para tener los ojos bien abiertos y encontrar los motivos, las razones. Encontrarle (encontrarte).

De verdad no se si habréis pasado por ese 50%, por ese cara o cruz... Pero yo si. En estas ocasiones puedes actuar de dos maneras, luchar por lo que más te atrae y lo que quieres que pase sabiendo que la otra mitad de la manzana, la podrida, puede ser la parte que te toque morder... O esperar a que el tiempo ponga a cada persona en su lugar... La verdad, nunca me ha gustado esperar. Nunca he sabido.

Así que decidí decidir yo. (Por una vez)

Y bueno, aunque siempre escriba sobre mis emociones o sensaciones es porque es de las pocas cosas de las que estoy mínimamente segura en la vida, pero creo que esta vez por mucho que intente definir estas sensaciones no conseguiría ser sincera del todo, ya que no he encontrado (y quizás no existan) las palabras que definan lo que se siente. Para que os hicierais una idea os diría que es como estar a punto de hacer puenting y no saber si la cuerda esta atada o no; o lo que es peor, no haber encontrado ni si quiera el puente desde el que tirarte.

Entonces le vi. Vi esa sonrisa.

Y me di cuenta de que las cosas que tienen que pasar pasan ¿Sabes? Y que quizás mi obsesión por encontrar el puente solo me hacía bloquearme y no saber como atar la cuerda.

Me di cuenta de que cuando queremos todos somos simpáticos, ingeniosos, irónicos e incluso (aunque parezca increíble y difícil en estos tiempos que corren) sinceros, y que aunque no tenga un boli en una mano y papel en la otra a veces las palabras pueden salirme solas.

Y tiré la moneda.

Mordí la manzana.

Me tiré del puente.

Y, ¡Oh, sorpresa! La moneda tenía dos caras, nunca había probado una manzana con tan buen sabor y la cuerda siempre estuvo atada. Pero para saberlo tuve que tirarme del puente.



¡Salud y libertad!



miércoles, 21 de mayo de 2014

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Por todas esas veces que se te olvidó darle los buenos días, por las veces que discutisteis porque vio el wassap y no os contestó, y por todas esas veces en las que las “buenas noches” fueron una manera de zanjar la conversación.
Este mensaje es por todos esos años en los que hemos vivido engañados. Pensando que nuestro príncipe azul (o princesa rosa, me imagino) iba a plantarse delante de nuestra puerta. Puto Disney. Porque nadie nos dijo que las cosas iban a ser un poquito más complicadas que en las películas. Que para conquistarte no van a enviarte doce ramos de doce rosas, y que tampoco iba a ser necesario.
Por toda esa gente que te ha aconsejado con quien puedes y con quien no puedes estar. Por todos esos consejos que, buenos o malos, has dejado atrás. Porque, al final, uno no puede evitar volver a llamarle. Por ese tipo de ocasiones, en las que las cosas se te van de las manos, por las que contestas en caliente y en frío no sabes cómo olvidarlas.
Por esas tardes de película y manta que valen más que cien viajes por el mundo. Porque hay mil maneras de arreglarte el día y se las conoce todas. No sabes cómo, pero lo hace. Y tampoco conoce nadie mejor que esa persona, como amargarte el día, la semana, o el año. Pero no la vida, porque eso sólo lo sabes tú.
Siempre nos lo decimos, acabarás con quien menos te lo esperes. Mucho mejor, las cosas planeadas suelen salir mal. Mejor darse a la improvisación.
Pensar tanto para unas cosas y tan poco para otras. Y no sabes cómo pero siempre se te ocurre la mejor respuesta cuando lo piensas en casa un par de horas después. Cuántas veces te has callado, o has hablado demasiado. Cuántas veces te ha podido el orgullo. Ay, el orgullo. Cuántas veces sientes que diste demasiado y recibiste tan poco, o al revés. Qué facilidad para rendirse. Muchos dicen que los tiempos que corren son los peores para el amor. Que ya no se saca a bailar. No lo creo, porque estoy segura que más de una ha llorado con esas proposiciones tan bonitas que hay en You Tube. Porque no hace falta un velero en medio del Mediterráneo con fuegos artificiales. Y nunca he bailado muy bien.
Y porque cada uno demuestra las cosas a su manera, cara a cara o con iconos del móvil. Pero lo que está claro, es que muchas veces no se demuestra nada, y por eso mientras has leído esto has pensado en alguien.
Os habéis equivocado de amor de vuestra vida muchas veces. Y eso está bien, pero ahora no os empeñéis en encontrarlo, aparecerá cuando menos os lo esperéis.

¡Salud y libertad!

martes, 11 de febrero de 2014

-simbiosis-

Pueden llamarme loca pero nunca había visto una sonrisa que pudiera iluminar una habitación de aquella manera, ¿He dicho una habitación? Quizás debería referirme a una noche, aquella en especial.
Puede que esto no se remonte al trece de Septiembre, quizás esto empezó mucho antes; no me cansare de decir que la cosas siempre pasan por alguna razón y aunque pocas cosas me gustan mas que algo que pasa por casualidad tu estabas allí y yo estaba allí y los dos dijimos lo adecuado para que pasara y... Bueno, aquí estamos, y aquí seguimos. Sumando.

He empezado hablándoles de tu sonrisa pero esto no acaba aquí. Me dan pena los que nunca podrán verla desde mis ojos o tan solo los que no podrán compartirla contigo. Siempre he pensado que el peor complemento a esa sonrisa iluminadora son tus ojos peligrosos, seguro que ahora estás sorprendido o iluminando la habitación como solo tu sabes, pero si, he dicho ojos peligrosos ¿El por que? Ni si quiera tu te das cuenta del poder que tienen (y quizá eso sea lo mas peligroso). Verás tienes los ojos marrones y el marrón me recuerda al café, a no dormir, a pura energía, vitalidad, locura, intensidad... Pero  en cuanto tu iris se va juntando a tu pupila ese color café se va convirtiendo en verde y puede que este sea aun mas peligroso porque el verde me calma, el verde relaja, hace que te confíes, que pienses que estas dominando la situación y, en mi caso, que te enganches, pero esto ultimo puede ser a causa de la suma de los dos.

Quizás es lo que mas te define, o lo que mas define lo que me hiciste, llegaste iluminándome con tu sonrisa, con tus ganas de estar conmigo, demostrándome que no te hace falta nada más, que no quieres que pase nada más y de pronto te acercas y consigues ponerme la piel de gallina (a mi, ¡la mujer de hielo!) pero luego eres el único que me sabe calmar de esta forma. Porque he encontrado al fin a esa persona que hace promesas y las cumple, porque me dijiste "confía en mi, yo me quedo" y aquí estamos, compartiendo Febreros.
(Te quiere; Celia)

¡Salud y libertad!

lunes, 27 de enero de 2014

"Algún día yo... Viviré."



Me encanta tener objetivos, propósitos. Supongo que todos tenemos ese sueño que vamos retrasando imaginándonos inútilmente que algún día cumpliremos, algún día. "Algún día" ¡Algún día! Algún-día. Algún día... No me gusta esa expresión. Es tarde, es lejos, puede convertirse en nunca... "Algún día..." no me digas algún día jamas, no podre creerte, me lo han dicho tanta veces. Prefiero a la gente que dice no, nunca; son mas realistas saben que en realidad nunca pasara, que no harán ese algo. Dime que no. Quizás lo que necesitamos todos es saber el momento en el que se acabara eso que nos ilusiona, que alguien nos diga y nos asegure que jamas pasará. ¿Si supiéramos la fecha de nuestra muerte no viviríamos mas? Seguramente aprovecharíamos mas los días, no desperdiciaríamos nuestras vidas haciendo cosas estúpidas como discutir, enfadarse, no perdonar ¿Os lo imagináis? Desde que nacemos nos empujarían siempre hacia adelante a vivir nuevas experiencias. Antes de morir podrías vivir y probar todo lo que quisieras y lo mas importante nunca se diría algún día porque sabrías que ese algún día seguramente se iría acercando hasta la fecha acordada y seamos sinceros ¿A alguna persona le gusta arrepentirse de algo? No. Y menos de un "ojala hubiera hecho esto".

Por una parte me gusta no saber que día se acaba el viaje, siempre habrá personas que desperdicien sus años, sus meses, sus días. En cambio otras, en las que me incluyo, no saber esa fecha solo nos hace empujarnos hacia adelante, a disfrutar, a vivir ¿Quien sabe lo que pasara maña o dentro de 5 minutos? Mi hermano siempre me dijo que cualquier día puedes salir a la calle y que te caiga una maceta en la cabeza o te atropelle un coche, o te caiga un rayo; no por eso lo mas peligroso puede ser lo mas doloroso, tan solo lo mas arriesgado. Hay que vivir cada efímero segundo, disfrutar el momento, no sabes si puede ser el ultimo suspiro, no sabemos si eso que tanto amas nunca se repetirá o si volverás a estar en ese mismo lugar, con ese mismo estado de animo o si lo podrás disfrutar igual cuando vuelvas. Disfruta el momento, vuelve a tu escena del crimen, respira y saborea cada bocanada de aire nueva, vive un poco con cada persona, ¡Arriesgate!

Salud y libertad.

sábado, 25 de enero de 2014

"Fue real"

Ahora lo entiendo, ahora pillo las canciones y parece que lo tenías todo planeado. Después de más de un año he escuchado la primera canción que me dedicaste y solo he podido pensar en una frase: "Fue real" aunque esa realidad para ti duró menos que para mi, durante un tiempo fue real y cuando me dedicaste esa canción lo era, durante un tiempo quisiste de verdad intentarlo y te sorprendería la de veces que me he repetido: ¿Qué es lo que se rompió?¿En que fallé? Y aunque, tonta de mi, me eché las culpas durante tanto tantísimo tiempo al final me he dado cuenta de que la culpa no fue mía, tampoco tuya, tan solo no tenias que ser tu, no teníamos que ser nosotros. Lo peor es que siempre me repetía esa misma típica pregunta, esa que sé y sabía que no obtendría respuesta porque no la tiene pero lo peor es que no es que me olvide de esto, lo peor es que no me canso de insistir y si, sigo sin respuesta pero sencillamente ya no me importa la pregunta.
 A veces me digo, Celia, te estás olvidando de lo que tanto te has repetido durante tanto tiempo, no se puede confiar en nadie, la vida es una montaña rusa y, yo, temerosa de las alturas, llevo demasiado tiempo arriba y subiendo, mas de lo normal y lo peor es que se que cada día que paso arriba es uno menos menos para la caída y, esta, en esta ocasión me asusta muchísimo ya que esta vez el golpe va a ser muy fuerte porque esta vez he subido mucho y verdaderamente desde aquí arriba ya no veo a muchas personas, aunque otras siempre están presentes.
Se de primera mano que lo que siento es un gigantesco miedo pero si algo odio en esta vida es la cobardía asique no voy a permitirme ser cobarde, si me he levantado todas estas veces, podre hacerlo una vez mas, seguiré arriesgándome, seguiré subiendo, hasta donde me dejes subir.
¡Salud y libertad! 

lunes, 13 de enero de 2014

Yo paso del amor.

¿Quién no ha fruncido el ceño alguna vez y ha dicho "yo paso del amor"? Cómo si en algún momento pudiéramos creérnoslo. Estoy cansada de repetirme que todo pasa cuando menos lo buscas, que en realidad es cuando más lo necesitas.
Yo paso del amor, paso de los tíos, de las relaciones, de la posibilidad de pasarlo mal... Pero, al fin y al cabo al eliminar esta posibilidad, ¿No estoy eliminando también la posibilidad de pasarlo bien? Yo paso del amor me dije, me lo he dicho tantas veces... Paso del amor pero que nadie me quite el placer de escuchar tu risa en un día gris y que se me ilumine el mundo, que nadie me quite el placer de mirarte mientras duermes o saborearte después de un trago de cerveza. Paso del amor, de las complicaciones que ello conlleva, de casi querer más a la otra persona que a ti mismo, de los sentimientos... Paso del amor repito, pero con ello dejo atrás tantas cosas... Todos queremos cumplirlo cuando nos lo proponemos pero lo único que hacemos es eliminar posibilidades de ser felices, ¡Y ni nos damos cuenta! Menos mal que es imposible pasar del amor. Menos mal que no lo  conseguí. Menos mal que no pasé. Menos mal que te conocí. Menos mal que nadie me quitó la posibilidad de escucharte reír, de mirarte mientras duermes o darte un beso cuando bebes cerveza. Menos mal que día a día me sigues dejando hacerlo.
Da un golpe en la barra del bar, desfrunce tu ceño, hazle caso a las señales. El amor es lo mejor que te puede suceder, el amor es vida, es oxígeno, es esperanza. No pases del amor porque, y aunque a veces lo parezca, el nunca se olvida de ti.
¡Yo paso del amor! Cómo si pudiera hacerlo. Como si quisiera hacerlo.

¡Salud y libertad!

Compartiendo cicatrices.

Busco consuelo, ¡Y no lo obtengo! A veces las noches son tan frías... Creo que me he acabado congelando, que estoy tan rota que puedo cortarte. Nadie lo sabe. Nadie sabe como somos en realidad por dentro, sangre, tripas, huesos y, en algunos casos, un pequeño corazón. Y ya sabes lo que dicen "el dolor de tripa lo tengo yo, no tu" y quizás para mi nunca pruebes el verdadero dolor porque no has probado el mío y, ¿Qué ganamos compartiéndolo? No quiero compartir mi dolor ni saber a que saben tus entrañas. No quiero saber cómo eres por dentro porque quizás estés tan podrido como yo. No gano nada. No. Es imposible que estés tan podrido como yo. No has probado mi dolor.

¡Salud y libertad!