Es gracioso. Siempre me he fijado en los pequeños detalles en los hombres. Desde que era mas joven si alguno de esos pequeños detalles no me gustaban lo siento, pero todo se iba al garete, ya no podía dar el cien por cien de mi porque ya había algún fallo, y cuando el amor es de verdad, cuando te enamoras, no puede haber fallos, te tiene que gustar todo. Que ingenua.
Parece que con el paso de los años he ido madurando, o al menos he aprendido a mentirme mejor. Y ahora me doy cuenta que te tienen que dar igual esos pequeños detalles, que da igual si no me gustan sus manos, si no sabes que hacer cuando te abraza, por que no te gusta como te abraza, que no te agrada como se ríe...
Pero cuando más convencida estaba de que jamás encontraría a ese hombre que fuera perfecto para mi, que juntara todas esas cualidades, que esos pequeños detalles fueran como un "Oh my god!" de Marilyn Monroe, aparece. Aparece y da la vuelta a todo mi mundo y va derrumbando poco a poco todos esos muros de protección que tenía hacia esa palabra odiosa, temible y por que no, ¿Inventada? Aparece y me gustan sus manos, cuando me abraza yo le abrazo mas fuerte aún, por que no quiero despegarme de él, no quiero soltarme, por que donde más segura estoy es entre sus brazos y la ubicación perfecta para mi es a tres centímetros de su boca, y yo le hago reír porque su risa es música y esa música acompaña a la mejor película que puede existir en este y en todos los planetas, su sonrisa.
Es gracioso como a veces programamos nuestras vidas sin quererlo, con un chiste, diciendo algo con gracia y en forma de broma cuando en realidad es lo que mas deseamos en ese momento, en nuestra vida.
Yo nunca había sido así, nunca había dicho ese es para mi, y en cuyo caso si lo había dicho en algún momento, nunca había luchado por ello, porque sabía que no llegaría a nada, no existiría un futuro.
Y ahora me miro al espejo y no me reconozco. Me veo atada a unas manos, a unos abrazos, al sonido de sus carcajadas y a la calidez y suavidad de su sonrisa, y todavía no me lo creo.
Y sinceramente pese a lo bien que estoy puede que eso sea lo que mas me asusta; siempre que las cosas me han ido bien y he sido feliz ha ocurrido algo que hacia que todo ese cielo en el que vivía,
(mucho mas arriba de ese típico "tres metros sobre el cielo" mucho, mucho mas arriba) se rompiera, y hasta el mas mínimo y diminuto trocito de cielo callera al mundo mas subterráneo por una humilde alcantarilla y jamás pudiera volver a encontrar los trozos,y mucho menos poder volver a unirlos.
Y ahora que este Nirvana en el que vivo
(el cual espero que llegue a serlo del todo si no se pierde por esa maldita alcantarilla antes, ya que todavía no lo es) ha vuelto a aparecer y además está mucho mas arriba de todos los que he vivido antes; y eso que sin razón ya que existen mas motivos, mas impedimentos y más obstáculos que nos podrían hacer tener que vivir en ese típico
"tres metros sobre el cielo" pero quizás por eso tengo más miedo, por que este Nirvana, al que fácilmente podría llamar
"Paciencia" está más alto, y ya sabéis lo que se suele decir:
"Cuanto mas alto subes mas daño te haces al caer", pero es que no quiero hacerme a la idea de que llegue el momento en el que tenga que bajar, o mejor dicho caerme, pero estoy tan jodidamente acostumbrada al llanto que ya es monótono en mi vida, es como el desayuno todas las mañanas o la hora de la siesta para los bebés.
Quizás el miedo me ciega y no me deja ver que las rutinas se pueden cambiar, incluso romper, pero quien sabe, de momento estoy flotando en mi Nirvana, mejor dicho,
nuestro Nirvana, y me esta encantando y comiendo a cada segundo un poquito mas de mi alma, y además yo me dejo con total gusto y conocimiento. Por una vez quiero vivir en un Nirvana que puedo tocar con los dedos y no en un cielo que solo puedo mirar desde la tierra mirando hacia arriba.
Salud y libertad.